El bingo es un juego de los más tradicionales en España y que tiene unas raíces muy profundas. Las tiene porque no solamente ha calado en la sociedad como un juego de apuestas y con el que sacar beneficios, sino que por su atractivo ha sido una actividad destinada simplemente a la diversión y el entretenimiento en muchas familias y en muchos grupos sociales.
El bingo más tradicional es el que ha guardado ese espíritu, y todo ello es gracias a la gran cantidad de salas físicas que siguen existiendo en todo el territorio destinadas a preservar un juego tan clásico como este.
Sin embargo, la llegada del bingo electrónico y de su implantación en los casinos online en formatos como el del videobingo, ha rescatado esa otra vertiente del juego en la que el objetivo es obtener las mayores ganancias posibles. Incluso los salones físicos se han tenido que adaptar a esta nueva modalidad mediante terminales en los que jugar a esta variante, y al mismo tiempo, combinarlo con partidas de bingo tradicional. El sector ha dado un viraje importante desde la crisis de 2008 y eso se ha notado. Pocos pensaban hace una década que en España volvería a repartirse un premio tan suculento como en otras disciplinas de apuestas. Y se equivocaban.
En el año 2019 llegó a los bingos de la zona más al este de la península la que sería denominada como “La partida más grande de la historia”, y por tanto, la partida en la que se entregó el premio más grande que jamás se ha dado en este país en la historia del bingo y en cualquiera de sus modalidades.
Desde los bingos más destacados de la Comunidad Valenciana hasta los más modestos albergaron un proyecto ambicioso en el que se quería batir un récord y dejar constancia en el sector de un evento tan importante como lo iba a ser este.
El encargado de llevarlo a cabo fue la empresa Degestec Games, una sociedad referente en esta industria del bingo y que tiene como máximo exponente al valenciano Juan Navajas Contreras.
Azulred es el nombre con el que bautizaron a su bingo electrónico y que han conseguido implantar con el paso del tiempo en un total de 37 salas repartidas por toda la comunidad y en más de 1.000 terminales que se encuentran interconectados entre sí. Los usuarios se conectan a través de las máquinas y juegan partidas como si lo estuvieran haciendo en un bingo online, junto a otra gente. Solo que esa gente pertenece también a su región.
Esta es otra consigna que se ha implantado en las salas físicas de cada región y es la de tener terminales que conectan de forma exclusiva a jugadores de la misma comunidad, asegurándose así que los premios no salen de los alrededores.
Es la vía que se ha encontrado para aumentar la popularidad del bingo, incluso en los peores momentos que han podido atravesar en la última década. Así implicas a jugadores locales. En el caso de la Comunidad Valenciana este es uno de los sistemas que interconecta las máquinas de los bingos de Valencia, los bingos de Alicante y los bingos de Castellón.
El caso es que la partida se llevó a cabo el 27 de junio del 2019 a las 20:30 horas y solamente podían participar los jugadores que acudieran a algunas de las salas implicadas en el evento y consiguieran hacerse con un terminal de bingo de Azulred. El premio era de nada más y nada menos que 50.000 euros.
Premio único, al menos que se cantara bingo en la misma bola en varios lugares simultáneos al mismo tiempo, y además no constituía un acumulado, una prima o un bonus, ni se tenía en cuenta el número de participantes totales en el juego. Una cantidad que ya es historia de este juego y de España.
A 5 euros el cartón, en total se vendieron un número cercano a los 10.000, repartidos entre casi un millar de jugadores. El Bingo Xàtiva fue el agraciado de quedarse con este premio, en el que también se alcanzó el mayor número de cartones vendidos en una sola partida de bingo de la historia de España.
Además, la jornada se redondeó previamente, ya que se amenizó la espera con más partidas de bingo con acumulados especiales desde una hora antes del arranque de la gran partida. Cartones a 50 céntimos, premios de línea a 100€ y bingos garantizados de 500€ hicieron las delicias de jugadores y curiosos.
La acogida fue tan buena por parte de la comunidad valenciana de jugadores que posteriormente se celebró en Navidad un evento similar en el que el premio llegó a ser de 25.000 euros. El 23 de diciembre, este sistema volvió a congratular a alguien, en este caso situado en el Bingo Plaza Torrent de Valencia.
Formatos que se van expandiendo para tratar de convencer a jugadores habituales de bingo y clientes no tan usuales. En territorio valenciano se cogieron como muestra otros sistemas de bingo electrónico interconectado como Arabingo, en Aragón, o Connecting Bingo, en Canarias. Incluso hay redes de conexión de bingos entre salas de diferentes comunidades, como ocurre entre Cantabria, País Vasco y Madrid. Una buena iniciativa para tratar de seguir haciendo interesante esta actividad lúdica y continuar batiendo registros en este mercado.
