El bingo de cartón en España pide una urgente rebaja fiscal

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Números de bingo

El sector del bingo ha decidido volver a alzar la voz en España a finales de este mes de marzo. Lo ha hecho para reivindicar cambios en el mercado que les puedan ayudar en un contexto de situación post-pandemia del coronavirus de la que parece que el país va saliendo. Y ha dado cifras concretas y datos precisos acerca del bingo en línea y los bingos físicos, que son interesantes de analizar.

La Confederación Española de Organizadores de Empresarios del juego del Bingo (CEJ) ha sido el órgano encargado de ejercer como portavoz, como lleva haciendo en los últimos años en lo que se ha denominado como la patronal del bingo. Dos comunicados en las últimas dos semanas en los que se detalla la posible rebaja en la fiscalidad del bingo español y los números de pérdidas.

Se podría decir que la primera propuesta se ha destacado como solución para paliar los problemas derivados de la segunda. Es decir, que una posible rebaja fiscal ayudaría a que el bingo de cartón no siguiera en una deriva que le puede llevar a la desaparición total. Y salas se han cerrado unas cuantas en la última década, sin que haya habido demasiadas aperturas de nuevos bingos.

La CEJ destaca que en 2021 el ratio de presión fiscal se encuentra en un 32,3% por un 69,2% que se destina apremios. El objetivo de la institución es que la presión se rebaje a un 10% y que el porcentaje destinado a premios suba hasta un 80%, de forma que el juego se convertiría en una actividad mucho más atractiva para el usuario. Ese usuario al que cada vez le cuesta más ver los cartones y bolas como algo en lo que invertir su tiempo de ocio.

El cartón físico sería el más afectado según los datos que maneja la patronal. Esta reconoce que desde la crisis de 2007 lleva elaborando un informe acerca de la situación fiscal en materia de bingo y que por aquel entonces el ratio era de un 63,7% y el 63,5% estaba destinado a premios. Está claro que ha habido una clara evolución y que poco a poco se han ido compensando las cifras, si bien la mejora en torno al % de premios no ha sido especialmente relevante.

Otra de las consideraciones de la CEJ es la repartición de la presión fiscal por comunidades autónomas, destacando la falta de un criterio único y las grandes diferencias que hay entre unas regiones y otras. Eso tampoco ayuda, pues en estos momentos Cataluña y Galicia, que están en un 50%, lo tienen mucho más difícil que Ceuta y Melilla donde se llega a ese ideal del 10%, o Andalucía que está en un 15%.

Al no haber una respuesta coral por parte de todos los territorios, la sostenibilidad del juego se complica aún más. Y lo más curioso es que las propias administraciones autonómicas no ponen demasiado de su parte para colaborar con la institución y llegar a acuerdos comunes, lo que les perjudica a ellas mismas y a los bingueros de su zona.

La CEJ lleva reclamando estos cambios varios años, incluso antes de que la crisis sanitaria generada por el covid sacudiera nuestros días. Nunca ha recibido una respuesta clara y las manifestaciones del sector han sido paliadas por el Gobierno con medidas preventivas que no han solucionado el problema real de fondo que existe.

El informe de la patronal habla de una reducción en las ventas en cartón de bingo de un 42,6% en 2021 con respecto a los datos de 2019. Los 1.805 millones de euros de hace tres años se redujeron el curso pasado a 1.035 millones, cifras cercanas a la mitad de facturación. Aunque es cierto que en 2020 habían sido de 862 millones, por lo que ha habido una escasa mejoría. No era de extrañar viendo que en el año de la pandemia tuvieron que cerrar casi cerca de un centenar de locales.

Las más de 300 salas de bingo que todavía están activas en España reclaman mediante su patronal ayudas y cambios inmediatos que les ayuden a cambiar su realidad y que no les obliguen a que se pierda la esencia de su actividad. Muchos negocios han tenido que optar por máquinas de videobingo y uniones con casinos online para poder subsistir, a pesar de que estos movimientos fueran en contra de sus intereses iniciales.

Precisamente en lo relativo al bingo electrónico online, la patronal ha incidido para dar buenos datos que indican una mejora en este apartado. Esta variante estuvo solo a un escaso 2,6% de recuperar su facturación total en 2021 con respecto a 2019. Eso quiere decir que en 2022 ya se podrían ver datos en verde y en positivo, algo que será fundamental para comunidades como las Islas Canarias o Comunidad Valenciana, las más fuertes en esta modalidad de bingo.

Aun así hay que recordar que el bingo electrónico de sala solo está autorizado en nueve de las 17 comunidades autónomas del país, por lo tanto hay zonas de la geografía española que no van a poder disfrutar de una recuperación mediante esta vía.

La CEJ sigue poniendo los papeles encima de la mesa al Gobierno con la finalidad de encontrar una respuesta que le sea favorable. Presentan mucha actividad en los últimos días y no parecen dispuestos a parar hasta tener voz y voto. Y eso sin más remedio es porque ven que la situación del bingo en la península y sus islas se complica.


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