Ya sabéis que en este blog tenemos debilidad por los números del bingo y nos hemos propuesto contaros todo lo que se pueda contar sobre los 90 que ruedan dentro del bombo, pero debéis saber que no todos los bingos tienen el mismo número de bolas, sino que está muy extendido un bingo más rápido y muy típico del continente americano que es el bingo de 75 bolas.
El bingo de 75 bolas sobre todo se diferencia del más clásico, el de 90, en los tiempos. Una partida de bingo de 75 bolas es mucho más rápida ya que en el cartón hay menos números que tachar (y al mismo tiempo en el bombo hay menos números). Los cartones también son distintos a los habituales del bingo. La mayoría siguen este patrón: una cuadrícula de 5×5 en la que los números se reparten de una manera no del todo aleatoria. Veamos un ejemplo:
Como veréis, la casilla central se deja libre y los números tampoco están dejados caer sobre el resto de celdillas (son 25 en total). En la primera columna se sitúan en orden aleatorio los números que van desde el 1 hasta el 15 (se hacen cinco tramos de quince números cada uno para rellenar el cartón). La segunda tiene los números del 16 al 30, la tercera del 31 al 45, la cuarta del 46 al 60… y así hasta terminar con los números entre el 61 y el 75. La única casilla sin número es la del centro de la parrilla.
El objetivo del juego es el mismo que en el bingo clásico, ir tachando los números de tu cartón para poder cantar bingo conforme son cantados por la voz del bingo (porque salen del bombo o porque el software los genera, en el caso del bingo online).
El primero que canta bingo (o los primeros, que podría pasar) obtendrá el premio de bingo (si son varios, se lo repartirán a partes iguales). Si las normas del juego lo permite y el operador así lo desea, habrá bote progresivo, y habrá que determinar en cuántas bolas se establece el máximo para conseguirlo.
El bote progresivo se va acumulando y creciendo con las aportaciones de los jugadores, por eso es interesante acudir a aquellos que se forman en juegos muy populares, ya que hay más gente aportando su % del precio del cartón a que el bote crezca y crezca.
Pero la verdadera novedad del bingo de 75 bolas radica en la posibilidad de configurar, con los números que vas tachando, figuras geométricas que te asegurarán un premio. De este modo el premio del bingo puede venir ligado a la capacidad de tachar todos los números o en su lugar aquellos que conforman un patrón que dibuja figuras y que viene predeterminado para cada partida (y se muestra a los jugadores):
Os ponemos unos ejemplos:
Las posibilidades son múltiples, hemos encontrado corazones, perritos, ahorcados, estrellas, flores… Depende de la imaginación y también del ceñirse a la cuadrícula del 5×5.
Si conseguís tachar sólo los números de las casillas sombreadas en negro, estaréis dibujando en vuestro cartón el patrón que la casa de bingo os propone y ganando con ello el bingo o el premio extra propuesto.
Otra particularidad es la extensión geográfica de este bingo, que es mucho más frecuente en Estados Unidos y Latinoamérica que en el contintente europeo. Como sabéis, el bingo ha cruzado el atlántico en más de una ocasión. Por más que suponemos que tiene sus antecedentes en Europa, con el juego de la lotería italiano, lo cierto es que su personalidad actual es cien por cien estadounidense. Allí fue donde se hizo popular y se convirtió en un ingrediente más de ferias y festividades.
Hasta la actualidad, el bingo que se jugaba en España era habitualmente de 90 bolas (y físico), pero con la introducción hace unos años del bingo online en el mercado, se ha posibilitado extender esta variedad breve y la verdad es que goza de muy buena aceptación entre los usuarios, que no han de esperar tanto tiempo entre partida y partida.
