El ritmo de vida que asociamos a la vida de Kate Moss seguro que no nos cuadra mucho con nuestro pequeño placer que es el juego del bingo. Pero lo cierto es que una cosa es lo que las celebrities hagan de puertas para afuera y otra muy distinta las que hacen cuando llegan a casa, se quitan los tacones y se rodean de sus seres queridos para pasar un buen ratito.
¿Quién puede resistirse al encanto de echarse unas risas con el bombo pequeñito, que va con manivela? Por no hablar de ese familiar que se pone tan nervioso cuando le quedan pocos números por tachar en su cartón. Pues bien, según declaró a la revista británica Hello! una buena amiga de la modelo, Sadie Frost; a Kate le gusta como a cualquier mortal estar por casa, cocinar para la familia y disfrutar en la sobremesa de una partidita de bingo.
Estamos seguros de que utilizarán los motes y apodos en inglés que existen para los números del bingo (los puedes consultar aquí, tenemos un montón de info curiosa sobre ellos).
Y es que Kate, que tantas páginas de prensa rosa ha llenado en esta vida, también tiene una vertiente casera en la que sin duda se siente tan cómoda como el que más, a pesar de que ya sean muchos los años que lleva dentro del grupo de élite de las consideradas «supermodelos»: nada menos que comenzó su carrera en el año 1992. En aquel momento y gracias a ser la imagen de una conocida marca de moda y perfumes su imagen se hizo internacional y sus rasgos se hicieron reconocibles para toda una generación.
Ha sido nombrada una de las personas más influyentes de su tiempo y su carrera como modelo está siendo una de las más longevas conocidas, cosa que aplaudimos porque se está estupenda incluso pasada la frontera de una cierta edad. Sus facciones y su físico no se ajustan exactamente a los cánones de otras supermodelos que te pueden venir a la cabeza, ni es tan alta ni tiene tantas curvas; pero eso no hace que esté exenta de un atractivo especial.
En la actualidad según leemos en la revista YoDona, compagina su trabajo habitual con incursiones en el mundo del interiorismo, en el que apuesta por una versión sostenible del mobiliario del hogar. Estamos seguros de que tendrá éxito en lo que se proponga puesto que a estas alturas su habilidad para triunfar está más que demostrada. Aún así, estamos seguros de que cuando llegue el día libre estará más que dispuesta a relajarse sin maquillaje, repartiendo cartones de bingo en el sofá de casa.
